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Por Andrés Esteban Marín Marín – Indeportes Antioquia
La final departamental de los Juegos Deportivos Intercolegiados de Antioquia 2025 es también un escenario de inspiración. Alla estuvo presente Navis Sepúlveda Rueda, formadora de la delegación de Medellín, quien con su vocación y trayectoria se convierte en guía y motor de los jóvenes paratletas y paranadadores de Medellín.
Licenciada en Educación Especial, licenciada en Educación Física, especialista en Actividad Física y Salud, y magíster en Educación, Navis ha dedicó gran parte de su vida a acompañar a personas con discapacidad en el deporte. Desde 1993, como ella misma lo expresa, lo hizo por vocación: “esto es mi razón de ser. Me gozo y me disfruto este trabajo porque me permite aportar un granito de arena en la felicidad y el crecimiento personal de cada uno de los chicos”.
En el estadio Alberto Grisales, mientras acompañaba las competencias de paratletismo, recordaba cómo habían sido los primeros años de este proceso: “cuando inicié eran tres o cuatro chicos, de dos o tres municipios. Hoy ver que hay más de 20 jóvenes y más de 14 municipios representados es maravilloso. Es la muestra de que quieren sentirse parte de Antioquia y de estos Juegos”.
Su labor como docente vinculada a la Institución Educativa Francisco Luis Hernández Betancur de Medellín trascendió las aulas. Para ella, el deporte es un vehículo de transformación integral: “aquí no se trata de ver la condición, sino de reconocer habilidades, talentos y sueños. Ellos encuentran en el deporte un espacio para ser valorados y reconocidos por lo que son capaces de lograr”.
Con emoción, relata la gratificación de ver a sus estudiantes convertirse en profesionales y en líderes: “ya tenemos chicos que iniciaron en este proceso y que hoy quieren ser formadores, educadores físicos o, simplemente, continuar inspirando a otros. Eso cambia también la mirada de las familias, que dejan de verlos como limitados y los reconocen como jóvenes con un Norte y con proyectos de vida”.
En Rionegro, Navis es compañía, confianza y motivación. Y, sobre todo, ejemplo de que el deporte puede derribar barreras y abrir caminos de inclusión y esperanza.
