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José Raúl Mesa Orozco, el ajedrecista del ciclismo

José Raúl Mesa Orozco es catalogado como el mejor técnico del ciclismo de todos los tiempos en Colombia. Su primera aproximación a los “caballitos de acero” se dio al trabajar como mensajero, oficio muy deseado por los aspirantes a ciclistas hasta finales de 1970.

La década de 1950, fue la época del nacimiento de la Vuelta a Colombia y de la aparición de corredores como “El Zipa” Forero, Ramón Hoyos, Roberto “Pajarito” Buitrago, Jorge Luque, Hernán Herrón Arenas, Antonio Isaza, Hernán Medina Calderón, entre algunos de los más renombrados. Ser testigo de las hazañas de estos colosos del pedal en 1958, durante la Vuelta a Colombia, lo hizo enamorarse, no de las bicicletas, sino del ciclismo, en calidad de aficionado.

Raúl Mesa comenzó su carrera como entrenador en 1968, en el Clásico Virgen de la Consolación de Táriba, en Venezuela. El estreno como técnico fue auspicioso: Carlos Arturo Zapata, fue el ganador de la segunda etapa de la carrera. A este corredor de Rionegro, Antioquia, lo acompañaron Alfonso Guerra y Augusto Estrada.

Seis años antes de esa prueba, se había vinculado al ciclismo competitivo como juez de moto en la doble a Anserma RCN (llamado luego Clásico RCN), que se corrió entre el 31 de marzo y el 1 de abril y fue ganada por Rubén Darío Gómez. Los primeros “pinitos” como corredor los hizo gracias a Hugo Cuartas y Asdrúbal Salazar, corredores del Club Medio Fondo, orientado por el médico Vinicio Echeverri, en el que también competían Martín “Cochise” Rodríguez y Javier “El Ñato” Suárez.

Coincidencialmente, fue en el Clásico RCN el que se mostró como ciclista de ruta, aunque principalmente se dedicó a la pista. Mesa compitió en 1966 (doble a Anserma), ganada por “El Ñato” Suárez; en 1967, (por primera vez se corrían tres etapas), ganada por el vallecaucano Carlos Montoya de Canada Dry y, en 1968, (también de tres etapas) dominada por Jairo Grijalba, también de Canada Dry.

En 1970, ofició como entrenador de Antioquia en los Juegos Nacionales, realizados en el departamento del Tolima. La cuarteta paisa, integrada por Cochise, Asdrúbal Salazar, Óscar Giraldo y Rodrigo Mejía (se retiró), logró la medalla de plata, tras ser derrotados por el distrito capital con Abatuel Chitiva, Pedro Rojas y Pedro Pablo Soriano. Mesa orientó también a los pisteros paisas en el velódromo Pijao de Oro. Luis Carlos Saldarriaga logró el oro en la prueba del kilómetro; Cochise y Jorge Hernández alcanzaron el primer y segundo puestos en persecución individual; en los cuatro mil equipos, los antioqueños también vencieron con Cochise, Juan Crisóstomo Saldarriaga, Jorge Hernández y Camilo Torres.

En la década de 1970 se corrió en Colombia la prueba más importante en la historia ciclística del país: el Clásico Polímeros Colombianos, en 1974. Felice Gimondi, Giovanni Cavalcanti y Cochise, en el Bianchi. Gimondi fue el segundo corredor en ganar las tres grandes (Tour, Giro y Vuelta a España), después de Jacques Anquetil.

Un año antes de llegar a Colombia había sido campeón del mundo de ruta y el 18 marzo de 1974 venció en la Milán-San Remo. También llegó a Medellín el equipo Jolly Cerámica con Giovanni Bataglin y Rafael Antonio Niño. El español Domingo Perurena en el KAS de España, Nicolás Reydler de la Lotería del Táchira, sumados a los equipos colombianos, disputaron esa carrera del 7 al 11 de noviembre. Solo en 1958, cuando llegaron Fausto Coppi y Hugo Koblet a correr el Clásico El Colombiano, en Medellín, se habían presentado figuras de tanto renombre mundial en una prueba nacional.

Raúl Mesa dirigió el equipo de Polímeros Colombianos (POC) y se llevó el título con el santandereano Carlos Julio Siachoque. Logró, además, el segundo puesto con el antioqueño Guillermo León Mejía. Además, se alcanzó el título por equipos y la montaña con Mejía. Gimondi ocupó la casilla 13, mientras que Perurena quedó en el puesto 18, pero había sido líder al ganar el circuito inicial en Calle Negra, entre Itagüí y La Estrella.

Mesa estuvo en Castalia en 1977 y 1978. Este equipo se convertiría después en Freskola y más adelante en Canada Dry. En el primer año, Antonio Londoño, de Freskola, pero corriendo con la camiseta de Colombia, le entregó a su divisa el título de la Vuelta a Chile. En 1979, ya con el nombre de Freskola, el estratega paisa logró su primer título en Vuelta a Colombia, merced a las condiciones de Alfonso Flórez, quien venía de ser tercero en 1977 y subcampeón en 1978.

La compuerta hacia el ciclismo del Viejo Mundo

En las bucólicas tierras de Jericó, suroeste antioqueño, nació en 1943 este personaje. El fútbol fue el primer deporte que lo deslumbró, pero la bicicleta le robó el corazón, porque sus latidos son una especie de pedalada de vida. Con constancia y mucha paciencia, “el ajedrecista”, como es conocido en el mundo del ciclismo, se ha convertido en un referente para los técnicos colombianos. Sobre todo, después de que el 21 de septiembre de 1980, cuando el santandereano Alfonso Flórez Ortiz y el equipo de Freskola ganaron el Tour de L`Avenir, la principal carrera para ciclistas aficionados en el mundo, en la que además José Patrocinio Jiménez pasó primero en la séptima etapa en Morzine.

No obstante, esa no sería la primera gran presentación de Colombia en el Tour de L´Avenir, porque en 1973, participó con Luis H. Díaz, Abelardo Ríos, Edgar García, Jesús Vásquez, Olinto Rueda Plata y Jorge González, dirigidos por el técnico italiano Leandro Coco. Ríos, noveno, Díaz, décimo y Vásquez, dieciséis, fue el resultado nacional en esa carrera, que fue ganada por el italiano Gianbattista Baronchelli.

Para 1980, el equipo estuvo integrado por José Patrocinio Jiménez, Alfonso Flórez, Rogelio Arango, Rafael Acevedo, Antonio Londoño, Fabio Arias y Julio Alberto Rubiano. “Casi no nos invitan, pero corríamos contra el ruso Sergei Soukhoroutchenkov, que venía de ser campeón, parecía imbatible y era el campeón olímpico. Nosotros contábamos con un equipazo, que al final dio la sorpresa”, le dijo el técnico antioqueño al periódico El Tiempo.

Aunque los colombianos compitieron en diversas carreras europeas desde 1952, fue ese triunfo el que marcó la emersión de un “nuevo ciclismo”, como fue denominado por el periodista francés Xavier Louy. Ese es, tal vez, el triunfo más importante de Mesa en toda su carrera de técnico, porque a partir de ese momento los “escarabajos” fueron el terror de los europeos, sin importar las “novatadas” que pagaron para tener derecho a ser considerados dignos rivales por los flemáticos europeos.

Habían pasado 12 años desde que, por casualidad, lo designaron entrenador en territorio patriota. Durante ese tiempo perfeccionó sus conocimientos como estratega de ciclismo en ruta, acumulando victorias y padeciendo derrotas. A partir de esa victoria en 1980, todas las carreras, exceptuando las tres grandes (Tour, Giro y Vuelta), querían contar con la participación de ciclistas de ese exótico país llamado Colombia. Por eso, en 1983, gracias a sus exhibiciones en la montaña y a las sobresalientes actuaciones en pruebas como el Tour de L`Avenir (campeones en 1980, con Alfonso Flórez, terceros en 1981, con Patrocinio y terceros en 1982, con Cristóbal Pérez) y el Premio Guillermo Tell, en Suiza, (subcampeones con José Patrocinio Jiménez, en 1981) Colombia recibió invitación para competir en el Tour de Francia, carrera reservada exclusivamente para ciclistas profesionales, aunque los “escarabajos” eran aficionados.

Equipos para el gran ciclismo

Castalia, en 1977 y 1978 y Freskola, desde 1979 hasta 1982 fueron los equipos sucesivos del técnico antioqueño. En ese último año, dirigiendo a Luis Herrera, quien había despuntado en la Vuelta de la Juventud de 1979, puesto 29, y en 1980, cuando fue campeón de la montaña y quinto en la general final, a dos minutos y 27 segundos de “El Negro” Martín Ramírez.

Después de esas primeras apariciones en el ciclismo competitivo, Herrera se inscribió con el equipo de Valjean en el Clásico RCN de 1981. El 27 de mayo de ese año dejó atónitos a todos los participantes en la carrera radial, cuando venció de manera magistral en la etapa entre Ibagué y el Alto de la Línea, donde derrotó a las grandes figuras colombianas del momento: Fabio Parra, Rafael Antonio Niño, Manuel Ignacio Gutiérrez, José Patrocinio Jiménez, Abelardo Ríos, Alfonso Flórez y Julio Alberto Rubiano.

Para 1982, ante la magistral demostración que había hecho Herrera en el Clásico, unos meses antes, Raúl Mesa le echó el ojo y lo contrató para Freskola. No se equivocó el técnico maicero, porque ganó el Clásico RCN, venciendo a Parra, Samuel Cabrera, Patrocinio Jiménez y Pascal Simón, quien corría por el Peugeot-Shell-Michelin. Un año después, Simón sería líder del Tour de Francia, durante siete días, pero debió abandonar cuando portaba la amarilla, debido a una fractura del omóplato.

Después de esa victoria con Herrera en el RCN, Mesa llegó a orientar el equipo de Leche La Gran Vía, conformado por Fabio Parra, Martín Ramírez, Francisco Rodríguez, Pablo Wilches, Reynel Montoya y Manuel Ignacio Gutiérrez, entre otros. Subcampeón, con Pacho Rodríguez, tercero con Parra y Cuarto con Reynel, fue el resultado en la Vuelta a Colombia en 1984.

En 1985, Mesa fue nombrado técnico principal del Café de Colombia-Varta-Mavic, equipo con el que compitió en varias pruebas europeas, entre ellas, el Tour de Francia, en el que logró tres victorias de etapa, el título de la montaña con Herrera y el mejor joven con Fabio Parra. Adicionalmente, ganó el Tour de L´Avenir con Martín Ramírez, venció en la montaña con Samuel Cabrera y sus pupilos se adjudicaron tres etapas. En el Dauphiné Libere, Carlos Mario Jaramillo, ganó una etapa en Firminy. En Colombia, se resalta un nuevo título en la Vuelta a Colombia con Luis Herrera.

Un año después, fue artífice importante en la creación del Ryalcao Manzana Postobón, equipo con el que corrió las carreras más importantes del mundo, aparte de las pruebas nacionales en las que acumuló gran cantidad de victorias. Mesa dirigió a Postobón entre 1986 y 1992. En Colombia, el primer gran triunfo fue el de la Vuelta a Colombia de 1987, con Pablo Wilches Tumbia; Gustavo Wilches, hermano de Pablo, en 1990 y Álvaro Sierra, en 1991, le entregaron otras dos victorias de vuelta a las huestes de Postobón. Por su lado, el risaraldense Álvaro Mejía en 1989, el cundinamarqués Gustavo Wilches Tumbia y el boyacense Alberto Camargo, en 1992, lograron con Raúl Mesa el título del Clásico RCN.

En grandes vueltas, se destaca el tercer puesto de Óscar Vargas en la Vuelta a España de 1989, detrás de Pedro Delgado, español del equipo Reynolds y Fabio Parra, boyacense, quien corría por el Kelme. Vargas fue, además, campeón de la montaña y de la combinada. El mismo Vargas había sido quinto en la Vuelta de 1987, esa misma que ganó Herrera en el Paseo de la Castellana. En el Giro de Italia, la mejor posición de un corredor del Postobón fue el octavo lugar con Herrera, en 1992. En el Tour de Francia, el puesto 15 de Reynel Montoya, en 1986, sobresalió como el mejor resultado de los dirigidos por el antioqueño.

En el Tour de Francia, en 1991, Álvaro Mejía, fue el primero de los más jóvenes. Unos días antes de la Grande Boucle, los Ryalcao-Postobón participaron y ganaron el Dauphiné Liberé con Luis Herrera. Adicionalmente, se llevaron el título de equipos y el mejor joven con Oliverio Rincón. En la Vuelta a España, que para ese tiempo se corría entre los meses de abril y mayo, Herrera dominó los puertos de montaña y ganó una etapa.

Vuelta a Murcia con Álvaro Mejía, Vuelta a Aragón con Luis Herrera, la general final de la Route du Sud con el lituano Arturas Kasputis y el título de los Valles Mineros con Alberto Camargo, marcaron el cierre de la participación de Raúl Mesa Orozco con el equipo profesional de Ryalcao-Postobón, a finales de 1992. Herrera venció en la novena etapa del Giro de Italia, en Terminillo, ese mismo año. Con esta victoria, “El Jardinerito” se despidió de competir en las tres grandes y, prácticamente, del ciclismo competitivo.

Mesa, cofundador del Orgullo Paisa

En 1993, luego de la decepción del Tour de Francia de 1992, en el que concluyó con solo tres ciclistas (Moncada, Jaramillo y Ortegón), Mesa, con un puñado de corredores, encabezados por Óscar de J. Vargas y Carlos Mario Jaramillo, cofundó el equipo de ciclismo de la Gobernación de Antioquia, que unos meses después fue denominado el Orgullo Paisa.

Con el respaldo de Juan Gómez Martínez, para entonces Gobernador de Antioquia, y Ramiro Valencia Cossio, Secretario Privado de Martínez.

El Orgullo Paisa, orientado por Mesa y liderado por su yerno Carlos Mario Jaramillo, ganó cuatro etapas en la Vuelta a Colombia de 1993, conquistó el título general y acabó con un ayuno de victorias de 26 años de los antioqueños en esta carrera, ya que no se llevaban ese galardón desde el título de Cochise Rodríguez en 1967. Además, vencieron en cuatro etapas.

En los cuatro años que “el ajedrecista” dirigió el Orgullo Paisa, siempre ubicó a uno de sus corredores en uno de los tres peldaños del podio. En 1993, Jaramillo fue campeón y, en 1994, ocupó el tercer puesto. En el 95 y 96, Juan Diego Ramírez y Héctor Iván Palacio, lograron la segunda posición.

Orbitel y EPM ajustaron 20 años

Luego de cuatro temporadas con el equipo de Antioquia, se fue al equipo Telecom-Flavia, 1997, y Avianca-Telecom-Kelme, 1998. Con José Joaquín Castelblanco logró los títulos de Vuelta a Colombia en esos dos años.

Para 1999, apoyado por Empresas Públicas de Medellín fundó el equipo Orbitel, gracias a las gestiones de Ramiro Valencia Cossio, gerente de Empresas Públicas de Medellín, entre 1998 y 2000.

Entre los ciclistas estaban Duván Ramírez, Héctor Manuel Castaño, Héctor Iván Palacio, Elder Herrera, entre otros. Une-Orbitel, EPM-UNE, EPM-UNE-Área Metropolitana, EPM-Tigo-Une-Área Metropolitana, EPM-Tigo-UNE y EPM son los nombres que ha tomado este equipo que está ajustando 20 temporadas en las carreteras nacionales bajo el mando de Raúl Mesa Orozco.

Héctor Iván Palacio, en 2000; Santiago Botero, en 2007, Giovanni Báez, en 2008 y Óscar Sevilla en 2013, 2014 y 2015, han sido los corredores que ganaron la Vuelta a Colombia con Mesa en estos cuatro últimos lustros. Juan Pablo Suárez, 2017, Óscar Sevilla, 2016, Rafael Infantino, 2011, Javier González, 2006, Juan Diego Ramírez, 2000 y 2001, Jairo Hernández, 1999, son los siete campeones del técnico antioqueño con el EPM.

Muchas han sido las victorias internacionales del equipo de Mesa en estos 20 años. No obstante, las principales son: Vuelta a la Rioja, España, con Félix Cárdenas, 2003 (Orbitel-Lokomotiv-Asc); ese mismo año vencieron en la Vuelta a Sinaloa, México, con Hernán Darío Bonilla; campeones de la Doble a Copacabana, Bolivia, 2004, con Javier de Jesús Zapata; Tour de Rio, Brasil, 2011, Juan Pablo Suárez; Vuelta a Guatemala, 2012, con Wilson Rincón, y Vuelta al Mundo Maya, también en Guatemala, con Giovanni Báez; Tour de Río, Brasil, 2013, con Óscar Sevilla; Vuelta al Mundo Maya, mismo año, con Edward Beltrán; Vuelta a Chiriquí, Panamá, 2014, con Róbigzon Oyola; Vuelta Independencia Nacional, República Dominicana, 2015, con Róbigzon Oyola; Vuelta a Chiriquí, Panamá, 2015, con Óscar Sevilla; Vuelta a Chiriquí, 2016, con Edwin Carvajal.

En este medio siglo como técnico, el jericoano Raúl Mesa Orozco ha ganado un total de 15 Vueltas a Colombia y 13 Clásicos RCN. Son 50 años en la conducción del carro 1, desde esa primera vez, pero nunca ha perdido el gusto por la dirección técnica, siendo el faro que ha iluminado el camino de grandes estrellas del ciclismo colombiano. (JBEM)

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