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Indeportes Antioquia 50 años (6): en esta edición hablaremos de Juegos Nacionales, gloria para Antioquia

Capítulo 6 del libro Indeportes Antioquia 50 años. Primera entrega del capítulo 3 del libro Indeportes Antioquia 50 años. En esta edición hablaremos de Juegos Nacionales, gloria para Antioquia. Foto: pantallazo del periódico El Tiempo del 10 de diciembre de 1980).

Los Juegos Nacionales han servido como plataforma para que muchos atletas antioqueños lleguen a los seleccionados de Colombia y para que otros se conviertan en figuras del país. Aunque esta no es la única vía, porque hay deportistas que primero se consagran en el exterior y luego se vuelven estrellas de la máxima cita del deporte colombiano.

Ese fue el caso de la polifacética atleta Aura Orozco, los nadadores Sandra Bohórquez, Alejandro Bermúdez y Carolina Colorado, el tenismesista Luis Eduardo Cuervo, el saltador Gilmar Mayo y la patinadora Fabriana Arias, por citar solo algunos referentes, porque en medio siglo de existencia de Indeportes Antioquia, han sido múltiples los deportistas que se proyectaron a partir de su participación en los Juegos Nacionales.

Hablamos en primera instancia de Aura Orozco, deportista pionera.

No es exagerado decir que Aura Orozco, aparte de ser una de las mejores atletas en la historia de Antioquia, también sea la más polifacética. La deportista, nacida en Sonsón, integró, desde finales de los años de 1940, diferentes seleccionados antioqueños de baloncesto; incursionó en tenis de campo y de mesa, y en el atletismo, e incluso compitió en los Juegos Nacionales de 1950, coronándose como la mejor baloncestista del país.

En el deporte base se destacó en el salto largo y alto, logrando títulos nacionales, asegura el Cura Burgos en El Libro del Año, de 1964; igualmente sobresalió en el tenis de mesa como la primera campeona nacional en 1951, según escrito del difunto Rodrigo Pérez Castro; En tenis de campo se convirtió en campeona de Colombia, entre 1952 y 1954, y en subcampeona, en 1955. “En el baloncesto brilló al lado de mi madre Rosalba”, señala el exbaloncestista William Gómez Correa. El historiador Julio Sanín cuenta, además, que jugó al golf con ella antes de que Aura se residenciara en Estados Unidos.

La segunda figura de este apartado es Sandra Bohórquez Vergara, precoz reina de las piscinas

Siendo una nadadora juvenil Sandra Bohórquez Vergara se consagró en los Juegos Nacionales, en los cuales alcanzó 19 medallas de oro. Estos certámenes fueron la plataforma internacional, que la llevó a competir en el Mundial de Guayaquil, Ecuador, en los Suramericanos y en los Centroamericanos y del Caribe. Infortunadamente no pudo asistir a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles de 1984, debido a una decisión dirigencial. “Su vida deportiva se marcó por la lucha contra los avatares de la ignorancia de la dirigencia del momento. Fue una campeona suramericana que batalló denodadamente por un cupo olímpico que le fue negado”, dijo su entrenador Raúl Ignacio González, tiempo después, en el libro 50 años Liga de Natación de Antioquia.

En los Juegos Nacionales de Neiva de 1980, Sandra consiguió nueve medallas de oro, siete individuales y dos en los relevos. En esa competencia, superó seis récords nacionales de la categoría juvenil B. Se consagró, una vez más, como reina de los Juegos Nacionales en Villavicencio, en 1985, al ganar diez preseas doradas. “Participar en estos Juegos fue una experiencia increíble. Allí hice amigos de otras disciplinas diferentes a la natación”, recuerda la destacada nadadora, quien lleva 34 años residenciada en Norteamérica.

Sandra es hija del golfista Alfonso Bohórquez. La disciplina y el ejemplo familiar la llevaron a ser campeona suramericana en La Paz, Bolivia, en 1982 (200 metros libres, con 2.15.28) y Centroamericana y del Caribe en Oaxtepec, México, en 1985 (200 metros mariposa, con 2.22.28). Se graduó en Biomecánica (Ciencias del Ejercicio) y trabaja como pedagoga en EE.UU., donde vive con su esposo Scott y sus dos hijos: Scott (20 años) y Mathew (17).

Luis Eduardo Cuervo Tafur, el mejor en Tenis de Mesa

El tenis de mesa cambió la vida de Luis Eduardo Cuervo Tafur, quien logró cinco títulos nacionales de mayores entre las décadas de los años 80 y los 90. En este deporte sembró bases de disciplina y conoció a personas como Sergio Betancur y Antonio Roldán, quienes influyeron positivamente en su vida. El hoy gerente de la delegación de Antioquia que participará en los Juegos Nacionales de 2019, hizo parte de una generación dorada de jugadores paisas que tuvieron la supremacía nacional durante 14 años.

Compitió con éxito en los Juegos Nacionales del Eje Cafetero, en 1988, y en la justa de la Costa Atlántica, en 1992. En Pereira logró dos medallas de oro y previo al viaje a Cartagena, tres años después, vivió una simpática experiencia. “Yo me había retirado, para terminar mis estudios de Administración. Sin embargo, una llamada de Alberto Arredondo, director de Coldeportes Antioquia en esa época, me devolvió a la competencia. Entrené ocho meses –lo apoyaron con un millón de pesos al mes-, y respondí con tres preseas de oro, una por encima de lo esperado; le metí 3-0 al campeón nacional vigente en el inicio de la ronda final”.

Antes de ser el mejor jugador mayor de Colombia, fue campeón suramericano juvenil, en Cuenca, Ecuador. Compitió en Mundiales, Panamericanos, Suramericanos y ganó el Abierto de Miami de 1988. Perdió el cupo a los Juegos Olímpicos de Seúl, en 1988, al sufrir una “increíble” derrota 3-2, cuando estuvo a una bola del triunfo. “Ese fue el coco de mi carrera deportiva”, cuenta quien ha sido subsecretario de la Secretaría de la Juventud de Medellín, director del INDER de Medellín, gerente de Metroparques y gerente del convenio de Cooperación Internacional en Urabá.

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Realización: Oficina de Comunicaciones de Indeportes Antioquia.
Autor del texto original: Pablo Arbeláez Restrepo.
Corrector de estilo y adaptación para radio: Juan B. Estrada Mosquera.
Año: 2020 @copyright.

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