Montebello se movió al ritmo de Por su salud, muévase pues
02/08/2021Unidades de Vida para Antioquia – UVA
03/08/2021Hoy presentamos la entrega 51 de esta serie, correspondiente a la primera parte del capítulo 21 del libro Indeportes Antioquia 50 años, editado en 2019. (Antonio Roldán Betancur con la Copa Libertadores. Fotos cortesía)
El deporte también se viste de luto
Mártires del sector deportivo de Antioquia y Colombia son el Gobernador Antonio Roldán Betancur y el campeón mundial de patinaje Guillermo León Botero.
La larga ola de violencia que azota al país le ha restado glorias al deporte colombiano y, en especial, al antioqueño. Las balas de las bandas, el sicariato, el narcotráfico y la intolerancia son actividades delictivas que también generan mucho dolor en el sector deportivo y en la sociedad colombiana.
Si bien el deporte le quita actores a la guerra en Colombia, la violencia golpea de manera fuerte a esta familia que a punta de disciplina, tenacidad y talento es la mejor embajadora del país.
Hombres que dejan huella, que son leyenda, son arrebatados por un atentado, un atraco o una balacera, en momentos en que son sinónimo de triunfo, alegría, unidad y buen ejemplo para la sociedad.
Dirigentes, patinadores, futbolistas, boxeadores, levantadores de pesas y luchadores sufren el rigor de la intolerancia y de la violencia en Antioquia cuando están en el momento cumbre de su carrera o se alistan para aportarle a la actividad deportiva desde otro frente.
Infortunadamente, Indeportes Antioquia, a lo largo de sus 50 años de existencia, ha vestido de luto en mucha ocasiones, ya que personajes de la talla del gobernador de Antioquia, Antonio Roldán Betancur, -director Ejecutivo entre 1978 y 1981-; el campeón mundial de patinaje, Guillermo León Botero, los monarcas mundiales de boxeo, Elvis Álvarez y Rubén Darío “Huracán” Palacios, el futbolista mundialista Andrés Escobar y el luchador Joselio Fanor Mosquera, entre muchos otros, perdieron su vida, víctimas de una violencia que no deja de acechar al deportista nacional.
Toño: el Gobernador del deporte
Escribir sobre Antonio Roldán Betancur es hacerlo de un líder por naturaleza. De una persona que respiró deporte, del autor intelectual del primer título de Antioquia en los Juegos Nacionales Neiva-80, del amigo de todos, del dirigente que siempre pensaba en mejorar la calidad de vida de los deportistas y de los antioqueños. Ese cúmulo de cualidades lo llevaron a la Dirección Ejecutiva de Coldeportes Antioquia en el período 1978-1981 y a la Gobernación de Antioquia, desde el 22 de agosto de 1988 hasta el 4 de julio de 1989, cuando un atentado narcoterrorista le quitó la vida. Apenas comenzaba el día y su caravana bajaba, en sentido occidente-oriente, por la calle Pichincha, entre las carreras 73 y 70, para dirigirse a la Gobernación.
A Rosa, su hermana, luego de 30 años, aún se le entrecorta la voz al recordar las virtudes y gestas de ese líder que también ocupó la Presidencia de la Liga Antioqueña de Baloncesto y la Gerencia del Atlético Nacional, el equipo de sus amores.
“Antonio jugó fútbol en la universidad, donde siempre fue líder; era un amante del deporte porque era un convencido de que era la mejor herramienta para que la gente fuera mejor, se la pasaba repartiendo balones en los pueblos, y no se me olvida el entusiasmo que le puso a la delegación de Antioquia para ganar los Nacionales en 1980. Recuerdo que antes de ir a esas justas todos estrenaban hasta maletín, la presentación fue impecable y clave para terminar con la hegemonía del Valle y regresar como pavos reales por la hazaña lograda”, destaca emocionada Rosa Roldán.
Apoyada en esa especie de eslogan de su hermano, Rosa evoca que “lo que prometía lo cumplía” y lamenta que ese presagio en Briceño “cuando en una placa de la primera piedra para reconstruir la iglesia pusieron en vez del 4 de junio, el 4 de julio y Antonio la dejó así, pese a la observación del cura Gerardo Restrepo, sin saber que esa sería la fecha de su partida”.
Rosa es una convencida de que la historia del deporte paisa es una antes de Antonio Roldán y otra después de él, porque, con su presencia en Coldeportes, los deportistas del Departamento “empezaron a tener garantías, así él se la pasara diciendo que para los antioqueños todo ha sido difícil”.
Otro que no olvida las acciones de Antonio Roldán es Sergio Betancur, quien hizo parte de la otrora Comisión Técnica de Coldeportes (hoy Altos Logros) y manejó los Juegos Metropolitanos de 1981 gracias al visto bueno del gobernador Roldán.
Sergio cuenta: “estuve cerca de cuatro años con un grupo muy familiar alrededor del deporte y con el doctor Antonio Roldán fuimos grandes amigos hasta que lo asesinaron ese 4 de julio de 1989. Nos privaron de un hombre brillante, de condiciones humanas inmensas y estoy seguro de que no lo mataron, lo atajaron porque lo quería toda la gente y hubiera sido el Presidente de Colombia sin lugar a dudas”.
“Toño”, como le dicen por cariño los más cercanos, les mostró el camino del triunfo a los antioqueños en los Juegos Nacionales en Huila, de donde trajo el trofeo en el piso del avión, porque no cabía en la zona de maletas por sus dos metros de largo. Roldán renovó la infraestructura deportiva del Departamento, proyectó la Villa Deportiva, apoyó el deporte aficionado, respaldó la actividad de alto rendimiento, especialmente el ciclismo, y le dejó una herencia física clave para descentralizar y proyectar el deporte antioqueño: la sede de Neiva-80 en Pedregal.
Hasta aquí esta entrega del capítulo 21 del libro Indeportes Antioquia 50 años, en el que hablamos de que “el deporte también se viste de luto”. La próxima semana, les contaremos aspectos de la vida del patinador Guillermo León Botero y del futbolista Andrés Escobar, entre otros.
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Realización: Oficina de Comunicaciones de Indeportes Antioquia.
Autor del texto original: comunicador social, Jaime Herrera Correa.
Adaptación de textos para radio y locución: Juan B. Estrada Mosquera.
Año: 2020 @copyright.