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21/01/2019Discurría la década de 1990, cuando Wílmar Alexánder Roldán Pérez se estrenó como árbitro de fútbol en los eventos del sector educativo de Indeportes Antioquia. Como para casi todo niño colombiano, el fútbol representó el primer contacto que él tuvo con el deporte, como le contó el colegiado a la revista semana, el 2 de febrero de 2018. (Foto cortesía Mundialito de Fútbol de Bello).
“Un partido de niños de quinto de primaria fue crucial. La profesora era la juez y Roldán el arquero. El juego estaba reñido. Y retumbó el silbato. “¡Profe eso no es falta!”, expresó con enojo. La maestra le respondió “¿Ah no? ¿Y es que usted sabe pitar?”. Él respondió: “Pues mejor que usted sí”. De ahí en adelante un silbato de piñata, un empaque de Bon-Bon-Bum rojo y una caja amarilla de chicles le sirvieron de elementos de trabajo” dice la publicación.
En la vida hay situaciones que lo impulsan a uno a hacer cosas impensables. Seguramente, ese niñito escolar nunca se imaginó que ese altercado con su profesora le iba a abrir el camino del progreso para el crecimiento personal y profesional. Sus primeros pitazos como árbitro los dio en Remedios, población a la que se había trasladado su familia, procedente de Amalfi, donde había nacido el 24 de enero de 1980. Allí, en Remedios, en los albores de los años 90, estando en la Escuela Urbana de Varones y en el colegio Ignacio Yepes Yepes, comenzó a explotar ese filón de cualidades que todavía sigue mostrando en los estadios del mundo.
Cuando tenía 17 años, llegó a pitar al Ponyfútbol. Fueron sus primeros escarceos con una gran ciudad, luego de venir de un pueblo donde la minería era pan de todos los trabajadores y la violencia rondaba cada esquina. En Medellín sufrió muchas penalidades, por esos años. Atrás habían quedado sus 7 hermanos y su madre Luz Amparo.
En su niñez y juventud, siempre quiso ser como Javier Castrili, quien era conocido por su carácter recio y su inquebrantable voluntad para hacer justicia. Ese temperamento aguerrido del argentino, lo motivó para no vender nunca su alma al diablo, ni su conciencia a los dueños de los equipos. “Su primer partido como árbitro central, al servicio del colegio de árbitros de la FEDEFUTBOL, lo recuerda con mucho cariño. Fue en El Pato donde el local se jugaba su paso a la final con Zaragoza. Y Wilmar se jugaba su primer partido como central, al servicio de la Liga de Fútbol, contando con sólo 14 años de edad”, dice http://historiasalaredonda.blogspot.com/2007/.
Nuevos rumbos
Esas pocas experiencias le abrieron la mente para dejar atrás su pueblo, su familia, los paseos a los charcos, los sancochos con los amigos y los partidos de fútbol pueblerinos para buscar un nuevo futuro. Habría sido más fácil quedarse en la comodidad de Remedios que llegar y enfrentar la barahúnda citadina. Pero “al que le gusta le sabe” y se embarcó en la difícil empresa se vivir en Medellín, donde hasta la familia le sacó el cuerpo. Es que cuando se trata de plata, los seres humanos son verdaderos depredadores. “Llegué donde una tía, estuve dos meses donde ella. Pero vivir de arrimado es lo peor del mundo; querían que aportara un dinero que en el momento no tenía. Yo quería una oportunidad, me la dieron dos meses; pero cuando estaba en las malas, me echaron como a un perro” http://delaurbe.udea.edu.co/2014/04/14/wilmar-roldan-una-entrevista-a-dos-tiempos/.
Cuenta Historias a la Redonda que fue el finado dirigente Óscar López de Itagüí, quien le vio las inmensas capacidades técnicas como árbitro. “Así empieza una romería por diferentes casas y habitaciones en “La capital de la Montaña”. Vive en la casa de unos familiares en el barrio Campo Valdés. Dura sólo dos meses. Luego Con unos amigos se traslada para Robledo. Más tarde, Oscar Rincón, un compañero en el arbitraje, le da una mano. Posteriormente, logra su independencia al irse a vivir al Barrio Guayabal, lugar actual de su residencia. Con las “pitaditas de los partidos” logra financiar sus pasajes para seguir su visión”.
Su primera experiencia como árbitro profesional fue el 15 de febrero de 2003, durante la tercera fecha de la Liga Águila, cuando le tocó impartir justicia en el partido entre Millonarios y Once Caldas, en el Nemesio Camacho El Campin de la capital de la república. El marcador final fue cero a cero. Eran cerca de las 8:00 de la noche, cuando concluyó el partido y quitó de sus hombros las enormes angustias que había soportado desde 120 horas antes, cuando lo contactaron y le dijeron que se estrenaría en el profesionalismo.
Árbitro FIFA
Ya son más de 3 lustros de Roldán como árbitro profesional. Desde 2003 hasta finales de 2007, cuando recibió la noticia que entraba a la galería de ser nuevo juez FIFA de Colombia, orientó partidos en Colombia. En su primer año FIFA, 2008, estuvo en la Copa Libertadores, en Buenos Aires, Argentina, donde pitó el partido de semifinal entre Boca Juniors y Atlas, compromiso que finalizó 2 por 2. Hasta ese momento había sido uno de los jueces más jóvenes en haber impartido justicia en una Libertadores, donde se potenció su crecimiento profesional.
En 2009, dirigió 19 partidos, contada Liga Águila, Copa Suramericana y Copa Libertadores. En 2010, fueron 24 y, en 2011, 33, sumada la Copa América. De esta manera iba madurando como persona, profesional de la educación física y árbitro. Hasta llegar a los Juegos Olímpicos de Londres, 2012, evento en el que orientó 2 partidos. En 2013 fue escogido entre los 8 mejores árbitros del mundo.
“¿Qué le merece ser distinguido como mejor árbitro de América?
Pues es un honor que lo digan, toda la vida me preparé para ser el mejor y creo que poco a poco lo he ido logrando, cada día debo mejorar más, constantemente hay que crecer y por eso cuando veo los escalafones de la FIFA me da mucha alegría porque allí aparezco como octavo árbitro del mundo y el mejor de América, eso te llena de orgullo”, dijo Roldán a http://www.eluniversal.com.co/deportes/futbol/lo-unico-que-nos-falta-es-profesionalizar-el-arbitraje-149626
En julio del mismo año, dirigió la final de la Copa Libertadores de América, entre Atlético Mineiro, que a la postre fue el campeón, y Olimpia del Paraguay, en el estadio Mineirao de Bello Horizonte. Su ascenso siguió al arbitrar 2 partidos de la Copa Mundo sub 20, en Turquía; su primer mundial FIFA de mayores fue en Brasil, 2014, donde dirigió México-Camerún y Corea del Sur-Algeria.
Roldán dirigió la final de la Copa América 2015, en la que se enfrentaron Chile, como local, y Argentina. Cero a cero fue el marcador final, tanto en el tiempo reglamentario como en la prórroga, por lo que los equipos dirimieron la supremacía desde el punto penalti. Chile Salió airoso al vencer 4 por 1, siendo la primera vez que se consagraba campeón de este evento.
“El árbitro colombiano Wilmar Roldán ocupó la duodécima casilla en la premiación anual que realiza la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS) a los mejores árbitros del mundo. Roldán es el segundo mejor latinoamericano, por detrás del argentino Néstor Pitana (5)”. Fuente: https://www.elpais.com.co/deportes/el-arbitro-colombiano-wilmar-roldan-considerado-uno-de-los-mejores-del-mundo.html
Merced a todos esos logros, Roldán fue escogido para pitar en el mundial de Rusia, 2018. Allí orientó solo dos partidos, en la fase de grupos: el que Inglaterra dominó 2 por 1 a la delegación de Túnez y la victoria por igual marcador de Arabia Saudita sobre Egipto. En este partido el árbitro colombiano no quiso hacer caso del sistema VAR, lo que, según algunos expertos, lo llevó a sancionar un penal a favor de los jugadores de Arabia. Esta situación seguramente jugó en su contra y no fue convocado a ningún partido más durante la celebración mundialista.
“En el juego entre ingleses y tunecinos, el colombiano Roldán sancionó un penal para los africanos, por un presunto manotazo; Roldán dialogó con los asistentes para decretar la pena máxima e hizo caso omiso para utilizar la pantalla del VAR para revisar la jugada. En el mismo encuentro, omitió sancionar una acción en la que derribaron en el área al delantero británico Harry Kane, una jugada en la que sí debió marcar el penal”, comentó RCNradio.com. Al parecer, esa omisión causó su exclusión del mundial.
Roldán es, aparte de Óscar Julián Ruiz, quien ha estado en más mundiales de fútbol. El antioqueño ha arbitrado en 2014 y 2018, mientras que Ruiz lo hizo en 2002, 2006 y 2010. Estos profesionales hacen parte del grupo de 10 que han estado por Colombia en Campeonatos del Mundo, desde que José Antonio Sundhein lo hizo en Chile 1962.
Autor: Juan B. Estrada Mosquera. – Fecha: enero de 2019.